Por: Marcela Jiménez
Mientras en el agro hace falta una mayor voluntad política para impulsar el uso de la tecnología en la producción, el sector construcción reclama la falta de un plan país que dicte las pautas de cómo invertir efectivamente en infraestructura, al mismo tiempo que los empresarios vislumbran un panorama de incertidumbre para la economía tica en 2016.
Estos fueron los principales reclamos que hizo el sector empresarial durante el encuentro Visión 2016 en Costa Rica, realizado este 10 de febrero. En esta cita, representantes del sector agro, construcción y de negocios del país expusieron no sólo los retos que debe enfrentar Costa Rica, sino las posibles soluciones a este problema.
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Aclarar el rumbo de la infraestructura
En el caso de la construcción, Luis Guillermo Loría, Coordinador del Programa de Infraestructura y Transporte del LANAME-UCR, advirtió que el país carece de un gran plan en infraestructura, lo cual lo lleva a afirmar que no se construirá “un solo metro de carretera nueva en el país en el 2016”, pues existen una serie de trabas que no le permiten avanzar al ritmo que se necesita.
A este criterio se sumó también Ricardo Castro, gerente General de EDICA, quien consideró que aunque Costa Rica es uno de los países con mayor densidad de carreteras en el mundo por kilómetro cuadrado de territorio, no tiene las condiciones necesarias para lograr el rendimiento que el mundo exige hoy.
Para Jorge Arturo González, presidente de la Cámara de Construcción, la situación preocupa aún más por la insistencia del Gobierno de poner normativa excesiva para regular el sector.
“Necesitamos cambiar la visión, modificar el sistema, tomar decisiones efectivas a corto plazo. Nosotros estamos a una grada, a un paso, de la hecatombe de transporte”, complementó Loría.
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Fortalecer el diálogo público-privado
Las inquietudes son similares del lado de los empresarios, quienes apuntan que “Costa Rica tiene que idear una química inteligente para no dañar la atracción de inversión extranjera, pero paralelamente crear políticas públicas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas”, aseguró Jaime Ordóñez, director del Instituto Centroamericano de Gobernabilidad.
Rónald Jiménez, presidente de UCCAEP, resume lo anterior en que se necesita una reforma del Estado y que las autoridades den señales claras de hacia dónde espera avanzar el país. “La ineficiencia en los servicios nos vuelve cada vez más caros, tener un tipo de cambio como el de ahora favorece a los importadores pero no a los exportadores y hay que tener mucho cuidado con eso”.
Por otra parte, Pablo Vargas, CEO de Grupo Britt propone que el país diseñe una estrategia basada en cuatro puntos. En primer lugar, el tema ambiental, el cual asegura es el único donde existen posibilidades de ser campeones mundiales. En segundo lugar, fortalecer la paz y la democracia; erradicar la deserción escolar y finalmente, aclarar el clima de negocios reduciendo las trabas.
“Que el país sea un país de propietarios y empresarios, de gente educada, campeón mundial de lo ambiental y un país que promueva que es pacífico, es lo que nos ayudaría a desarrollarnos más”, concluyó Vargas, mientras resaltaba la importancia de mantener un diálogo entre lo económico, lo social y lo público.
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Perderle el miedo a la tecnología
Aunque el agro representa una parte importante del PIB costarricense, Patricia Trinler, presidente de Grupo Trisan, denunció la existencia de una “parálisis política, donde llevamos más de dos gobiernos que no se aprueba nada para el sector”. Por esto, insistió, es necesario que el gobierno impulse una estrategia clara para renovar los alcances del sector.
Para los expertos, esta estrategia debe ir de la mano con una mayor inserción de la tecnología en el área productiva. En este tema, Alejandro Hernández, director de Biotecnología de CropLife Latin America, recalcó que los productores hoy trabajan con tecnología desarrollada en los años noventa, sin embargo, de actualizarlos con las herramientas actuales, estos podrían mejorar su productividad hasta un 22%.
Pero el problema no es que la tecnología no exista, debatieron los expertos, sino que no hay una difusión correcta de los alcances que tiene entre el sector, y por tanto, prima el desconocimiento entre los productores.